Lejos de lo que puede pensarse, un tratamiento de ortodoncia no termina cuando se retiran los brackets o los alineadores de ortodoncia invisible. Una vez alineados los dientes y eliminado cualquier tipo de maloclusión, es fundamental utilizar retenedores para mantener los dientes en su nueva posición y garantizar el mantenimiento de los resultados.
Este elemento suele utilizarse durante el descanso nocturno, lo que hace que se use durante un buen número de horas al día. Por eso es importante saber lo máximo posible sobre la limpieza de los retenedores para preservar una buena salud bucodental, evitar posibles complicaciones y no dañarlos.
¿Qué son los retenedores dentales y para qué sirven?
Estos dispositivos se colocan al finalizar un tratamiento de ortodoncia con un objetivo muy claro: mantener los dientes en su posición correcta.
Tras retirar los aparatos dentales, sean del tipo que sean, los dientes pueden seguir moviéndose, tendiendo a recuperar su malposición original, un proceso de recidiva que es precisamente contra el que luchan los retenedores. Además, también sirven para evitar los movimientos naturales que se producen en los dientes con el paso de los años.
¿Cómo limpiar los retenedores?
Tener claro cómo abordar la limpieza de los retenedores es básico para evitar la acumulación de placa bacteriana y sarro y para garantizar que seguirán cumpliendo con su cometido.
Limpieza de retenedores fijos
Cuidar la limpieza dental con retenedores fijos es importante porque se llevan puestos continuamente. En este sentido, lo más recomendable es utilizar un cepillo de dientes de cerdas medio (nunca duro) y asegurarse de limpiar tanto la superficie frontal como la posterior de los dientes, prestando especial atención a la zona en la que se encuentra el alambre del retenedor.
Es aconsejable usar un hilo dental que pueda pasarse por debajo del alambre para eliminar los restos de comida y placa que puedan acumularse entre los dientes y alrededor del retenedor con el objetivo de prevenir la formación de caries y enfermedades de las encías. Hilo del tipo ‘Superfloss’, que permita enhebrarse entre la encía y el alambre.
Además, se recomienda usar irrigadores para asegurar la correcta limpieza del alambre.
Limpieza de retenedores removibles
Los retenedores que se ponen y se quitan son más sencillos de limpiar, pues basta con enjuagarlos con agua fría al quitárselos y cepillarlos con suavidad con un cepillo de cerdas que no sea duro y jabón neutro para eliminar saliva y posibles partículas de alimentos.
Además, una o dos veces por semana, es bueno sumergirlos en una solución limpiadora efervescente de venta en farmacias, que ayuda a eliminar bacterias y a eliminar posibles olores. Eso sí, es importante no exponer los retenedores a altas temperaturas ni dejarlos en lugares en los que puedan dañarse o deformarse.
Cómo mantener los retenedores limpios: 3 tips sencillos
El doctor Daniel Aragón, nuestro especialista en limpieza de retenedores, te da tres buenos consejos con los que conseguirás mantener los tuyos en perfecto estado de revista. ¡Y lo mejor es que son muy sencillos de implementar!
- Al limpiar tus retenedores, es preferible utilizar jabón neutro en lugar de pasta de dientes, ya que esta puede contener componentes abrasivos que dañen el material con el que están fabricados.
- No limpies tus retenedores con agua caliente ni los dejes al sol, podrían perder su forma y, con ello, toda su efectividad para bloquear el movimiento de los dientes.
- Asegúrate de colocarlos en su estuche cuando no los utilices para que no se dañen ni se pierdan, manteniéndolos siempre secos para evitar que la cal empeore su aspecto a largo plazo. Y si te los quitas para comer fuera de casa y no lo llevas, como por ejemplo en un restaurante, no los envuelvas en papel, ¡no te imaginas la de retenedores que terminan en la basura accidentalmente por este motivo!
Estos consejos y estas rutinas de limpieza de retenedores harán que los tuyos duren lo máximo posible. ¡Para que presumas de sonrisa mientras quieras!